Comienza el Juego

Bienvenid@, navegante:


Te propongo un juego.

Recítame, cuentéame o dibújame algo que te inspiren los cumpleaños.

Mándamelo a mi mail y juntos crearemos el principio de una publicación.

¿Te atreves?

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Oración de Enrique Villagrasa


Messenger de fulgor intenso.
¿Cómo he podido vivir sin ti hasta hoy?
Y van y me invitan al facebook.
Los muros gritan tu nombre:
y la fecha de tu cumple.
¡Eres feliz y te pierdes
cual apasionado blogger
en su blog!


Pues, entonces... al teclado minúsculo.
Al asalto de la BlackBerry y escribe, escribe.
Y, aunque internet todo lo grite y nada calle,
ten por seguro que aliviarás tu tristeza
y ¿tu alegría?, pues... también.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Esperando mi cumpleaños, de Diego Collado

Cada año que cumples, es en realidad un año menos que te queda de vida, lo que ocurre es que preferimos ser optimistas y celebrarlo.

Una vez conocí a un hombre, llamado Víctor, al que con cincuenta años, bien cumplidos, y poco pelo en su cabeza, seguían llamando “Vitín”, para diferenciarlo de su padre, que por la edad, y siguiendo esa misma lógica, debía ser “Vitón”.

Nunca he entendido a las personas que cumplen años cada cuatro, al tener la fortuna, o la desgracia, de nacer, el 29 de Febrero de un año bisiesto, pues sólo pueden celebrar el día exacto de su cumpleaños cada cuatro, y los otros tres ensayan para cuando toque el de verdad.

“La Juventud es un defecto que se cura con el tiempo”, dijo Enrique Jardiel Poncela, “La estupidez no” me atrevería a añadir yo, y es que nunca estamos conformes con la edad que tenemos.

Cuando eres un niño esperas ser mayor, para poder montarte en esa atracción de feria que tiene dibujada una raya horizontal en su entrada, que has de superar si quieres acceder, y realizar luego todas esas cosas tan divertidas que los adultos hacen.

Después, esperas ser un poco más mayor, para poder beber y fumar, como los mayores, y entrar en esos garitos con un robot articulado en la puerta, y descubrir que se puede hablar, fumar, beber y bailar a la vez, a pesar de la música insistente, o algo parecido.

Más tarde, sigues cumpliendo años y esperando la mayoría de edad para que te roben el voto, por primera vez te preguntan qué opinas, y conducir un coche que te pagarás con un trabajo que esperas encontrar una vez, esperas, terminar tus estudios.

Mientras tanto, vas buscando una persona para compartir tus años, presentes y futuros, pero todavía eres muy joven para comprometerte con nadie, como te dicen tus padres, el profesor, tu jefe, el vendedor del coche; porque todos ellos tienen más edad que tú, y por eso te miran por encima del hombro, cuando seas mayor, ya lo entenderás.

Pero un día te levantas con la primera arruga en tu cara y una cana en el pelo, y te das cuenta que te estás haciendo mayor, y de que ya no entiendes nada, no entiendes por qué con tus estudios de lujo tienes un trabajo de estercolero, si es que lo tienes, por qué antes eras capaz de beberte hasta el agua de los floreros y ahora sólo bebes Jack Daniels, en vaso y con dos hielos, porque si no, te da ardor de estómago; no entiendes por qué nada va a cambiar, por mucho idealismo, banderas, o eslóganes que le pongan, ese amor y esa amistad, por muchos años, se fueron juntos de la mano, literalmente.

Y entonces te das cuenta de que ya eres mayor, e inmediatamente después, de que desearías no haberlo sido nunca, ya has montado en la barraca de feria, ya tienes tu carné de acceso al tiovivo de la sociedad, un niño te pega un balonazo en la misma calle que tú jugabas con su edad y te pide que le devuelvas la pelota llamándote señor el muy asqueroso, y es que te has convertido, sin darte cuenta, en aquello que más odiabas, un señor gruñón que se cree por encima de los demás, sobre todo si son más jóvenes que él.

En ese momento ya no quieres cumplir más años, quieres quedarte con los que tienes, incluso con menos, pero ya no es posible, llevas toda la vida deseando crecer, y ahora de golpe, quieres parar. No es posible, la inercia es demasiado fuerte y te arrastra con ella, sólo esperas llevarte a alguien más por delante, no caerás sólo, esa es ya tu única esperanza.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Cumpleaños de Silvia R.


Primera contribución a nuestra fiesta de cumpleaños. Esperamos que os guste:


Todos los años celebramos

mi cumpleaños con uno

[menos.

Los que quedan arrastran

sus bastones.

[Empujan,

sus carritos y contienen

la vejiga hasta la mesa con mantel de flores.

En la mesa, la tarta nos anuncia que tenemos

menos días. Más arrugas.

Soplo las velas con el pulso

de un pez

[fuera del agua.

Y pienso que el año que viene no podrán celebrarlo

[sin mí.

Y me hundo en la añoranza

de que hoy no es ayer

[ni es mañana.

martes, 10 de noviembre de 2009

Comienza el Juego

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